miércoles, 21 de enero de 2015

MUFACE: atado y bien atado

Una de las razones por las que fue especialmente criticada la reforma liberal de Margaret Thatcher en los años 90 (que aspiraba establecer un mercado interno en el sistema nacional de salud británico) fue la existencia de lo que llamaron Two tiers ( dos niveles), es decir la existencia de dos modalidades de prestación dentro de un sistema de salud que se definía como universal, único y orientado a la equidad. Al fin y al cabo en los últimos años del mandato conservador de Major existía en Inglaterra dos modalidades de prestación: médicos general gestores de presupuestos ( GP Fundholders) y médicos generales sin apellido. Pero a fin de cuentas todos ellos eran médicos generales que trabajaban para el NHS.
En España la amenaza a la equidad nunca ha sido un problema, ni para los ciudadanos, ni para los profesionales ni mucho menos para los políticos. El maravilloso sistema nacional de salud del que nos dotamos desde la Ley General de sanidad arrastra desde 1986 un pecado original que nadie se ha preocupado nunca en subsanar. Nuestro sistema sanitario está realmente partido en dos: un sistema para el ciudadano normal y otro para los llamados funcionarios del estado, que incluye a todos los que realmente tienen capacidad de influencia y poder en el país: jueces, fiscales, profesores, militares, políticos... Mientras que para los españolitos solo hay una opción en el sistema público ( el servicio regional de salud con sus centros y hospitales correspondientes) para los privilegiados existe MUFACE. MUJEJU e ISFAS, Regímenes especiales diferentes del Régimen General de la Seguridad Social, que les otorga la capacidad de elegir si desean recibir asistencia por el sistema público o si prefieren ser atendidos por una panoplia de aseguradoras privadas que les aseguran habitación individual (y elevalunas eléctrico). Nada menos que 2 millones de personas disfrutan de estos privilegios, cerca de un 5% de la población.
Además, cuando las cosas se ponen complicadas en esos excelentes centros privados siempre queda el sistema público para derivar de manera discreta al paciente, en otra puerta giratoria de la que se habla poco. De forma que al final estos privilegiados tienen lo mejor de los dos mundos
Que los partidos de la derecha ( PP, CiU, PNV) defiendan este modelo entra dentro de le separable; al fin y al cabo los modelos de competencia entre proveedores ( público o privados) es consustancial con la ideología liberal). Cuesta más de entender en partidos que se autodenominan socialdemócratas como el partido socialista Obrero spañol. Este partido estuvo en el gobierno nada menos que 21 años sin que corrigiera en modo alguno esta flagrante vulneración de la equidad del sistema en que unos (los menos influyentes) no pueden elegir, y otros ( los poderosos de siempre) eligen ( mayoritariamente además asistencia privada)
Juan Simó ha publicado en repetidas ocasiones en su blog información sumamente interesante sobre la evolución del gasto sanitario público y del mutualismo administrativo. Mientras los recortes se cebaron en el sistema público desde 2009 el gasto mutualista se vio mucho menos afectado. Como titulaba Simó “ los políticos cuidan su sistema sanitario, pero recortan el de los demás”. Y lo dice porque la mayoría de diputados del congreso y de buena parte de los parlamentos regionales son miembros de MUFACE.
El Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad ( IDIS), que con ese bonito nombre engloba a las entidades interesadas en liberalizar el sistema sanitario, lleva años alertando de que con esta financiación MUFACE es insostenible. En noviembre último ya adelantó que de mantenerse lo que entienden como un problema de insuficiente financiación de las aseguradoras, muchas de ellas podrían abandonar el modelo MUFACE o reducir las prestaciones.
El diario El Economista advertía de las graves consecuencias de ello: “ los funcionarios dejarán de poder ir a los mejores hospitales”. No son los ciudadanos españoles los que se verán privados de ese privilegio, son solo los señores funcionarios que eligen sanidad privada. El maravilloso Hospital Quirón (ese que gusta tanto a la familia real) incluso llegó a informar a sus paciente oncológicos de que solo podrían prorrogar su asistencia durante un año , debiendo pagar de su bolsillo la atención a partir de entonces ( el estadio o el pronóstico les importa un bledo).
El grupo parlamentario del PSOE en el Congreso de los Diputados español lamenta estos días la reducción de la financiación a MUFACE  que “no solo es un recorte más para los empleados públicos, es además un recorte más en la prestación sanitaria para personas que ven mermada su atención médica”. Sobre la falta de equidad que la existencia de MUFACE implica en el conjunto del sistema no se pronuncian. Al fin y al cabo son muchos los votos de funcionarios que están en juego
En cualquier caso es bueno saber que el Partido Socialista no ha variado un ápice su modelo sanitario en treinta años: un sistema de privilegios para políticos y funcionarios de élite, y otro para el resto del personal.
Las bases para la creación de MUFACE se establecieron en 1963 ( Ley 109/1963) hace más de 50 años . Hay cosas que Franco sí dejó atado y bien atado

3 comentarios:

  1. Mientras exista interés privado de compañías privadas y un sistema financiado injustamente (Muface-SNS), seguiremos igual, todo es cuestión de voluntad política, como siempre 😗

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  2. Tienes razon Jose
    Muchas gracias por tu comentario

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  3. Boe de hoy : Muface contrata los servicios de asesoramiento e inspección del Servicio Asturiano de Salud (visados, infomes de exoedientes, receta electrónica ) POR 4.000 €/año
    ¿será por dinero? http://boe.es/boe/dias/2015/01/22/pdfs/BOE-A-2015-506.pdf

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